A escasos metros, y en el trozo de costa en la que se sitúa el faro, encontramos una gran cantidad de amontonamientos de piedras conocidos en la tradición popular como “hitos” o “mojones”. Desde luego es una estampa curiosa, objeto de miles de fotografías. Parece ser que tuvieran algo que ver con rituales mágicos y místico espirituales. Otros lo achacan a un simple entretenimiento. Del mismo modo, una antigua creencia muy extendida en Mallorca cuenta que a alguien que le saliera un orzuelo, para quitárselo debía de hacer una montañita de piedras y poner encima una mosca muerta. El orzuelo pasaría automáticamente a quien incluso distraídamente derribara dicho montículo. Por eso es sabido que debemos ir bien alerta cuando veamos una de estas montañitas.

Por otra parte, miembros del GOB nos advierten que tan excesiva cantidad de montones de piedras de múltiples tamaños pueda suponer una alteración y erosión, afectando a la calidad medioambiental, hábitats de organismos y plantas, sobre todo en una zona protegida con distintas declaraciones medioambientales por tierra y también por mar, como son ANEI y Reserva marina del Migjorn.

Imagen cedida por cortesía de www.zoomdigital.net

Enviado por juankar (19.09.2010 23:59)