COLL

En campo de azur, un collado al natural surmontado de una estrella de oro.

Posiblemente este apellido es originario de Italia, pero aparece radicado en Cataluña desde tiempos muy antiguos. Tuvo casas en la ciudad de Barcelona, en la villa de Roses (Gerona) y en la villa de Gerri, del partido judicial de Sort (Lérida). En esta provincia hay también varios pueblos denominados Coll, cuyo nombre debe estar relacionado con el del linaje.

Pasó a Baleares, y hay quien opina que Raimundo Colleto que firma en una donación hecha en 1239 por el conde don Nuño de los Bernardos, fue el fundador de la familia Coll en Mallorca. Lo cierto es que ésta se dividió en varias ramas, y que una de ellas ya estaba arraigada en la villa de Sóller a principios del siglo XIV, ocupando sus caballeros los oficios públicos de la primera distinción.

El 1309, Pedro Coll, religioso y arquitecto, dirigió las obras del castillo Real de Mallorca.

El P. Francisco Coll observante, en 1535 murió en el convento de Mahón a manos del turco Barbarroja.

D. Antonio Coll, presbítero, fue teólogo consultor del obispo de Mallorca, rector de la parroquia de Santa Eulalia, y uno de los que en 1648 contribuyeron a sacar la isla de los graves apuros en que se encontraron por la falta de trigos.